¿Qué son los bienes jurídicos colectivos? por Gustavo Balmaceda
En el ámbito del derecho penal, los bienes jurídicos colectivos, también denominados bienes jurídicos supraindividuales, han adquirido una relevancia creciente al reflejar la necesidad de proteger intereses que trascienden el ámbito individual para abarcar dimensiones sociales y comunitarias. Estos bienes son aquellos cuya titularidad radica en la comunidad en su conjunto, en lugar de en individuos específicos, y están relacionados con ámbitos indispensables para la existencia digna de las personas, el desarrollo de sus derechos, el cumplimiento de sus deberes, y el tranquilo disfrute y disponibilidad de sus bienes. Ejemplos de bienes jurídicos colectivos incluyen el medio ambiente, la salud pública, el orden socioeconómico y la administración pública.
La protección penal de los bienes jurídicos colectivos se justifica en el marco del Estado social y democrático de derecho, que no se conforma con la mera igualdad formal de sus miembros, sino que persigue la igualdad material efectiva. En este sentido, la intervención del derecho penal es vital para garantizar las condiciones necesarias para el desarrollo pleno de la función social de los bienes individuales. La protección de estos bienes no solo tiene una función preventiva frente a riesgos hipotéticos, sino que también configura positivamente las condiciones para el desarrollo de la sociedad.
A pesar de su importancia, la protección penal de los bienes jurídicos colectivos ha sido objeto de críticas. Una de las principales objeciones es que esta protección puede llevar a una expansión injustificada del derecho penal, contradiciendo los principios de mínima intervención y fragmentariedad. Algunos autores argumentan que dicha expansión podría transformar el derecho penal en una herramienta de control social, en lugar de ser la “última ratio” para la protección de bienes jurídicos.
Además, la protección de bienes jurídicos colectivos plantea el desafío de definir claramente los límites y alcances de estos bienes, así como de garantizar que su tutela no implique una sobreprotección que pueda afectar negativamente los derechos individuales. En este contexto, es fundamental encontrar un equilibrio adecuado entre la protección de los bienes colectivos y el respeto de los principios fundamentales del derecho penal.
En conclusión, los bienes jurídicos colectivos desempeñan un papel crucial en la cohesión y desarrollo de la sociedad, y su protección penal es esencial para garantizar un entorno social justo y equitativo. Sin embargo, es necesario abordar los desafíos y críticas asociados con su tutela para evitar una expansión desmedida del derecho penal y garantizar el respeto de los principios de mínima intervención y fragmentariedad. Solo de esta manera se podrá asegurar una protección eficaz y equilibrada de los bienes jurídicos colectivos, en beneficio de toda la comunidad.